Partiendo de una antigua cuadra y casa de aperos, hemos iniciado su transformación en casa rural siguiendo los preceptos de la construcción bioclimática, empleando para ello materiales naturales y técnicas tradicionales y artesanales, todo ello para lograr un impacto mínimo en el medio. Por poner un ejemplo, la decisión de prescindir del cemento industrial y sustituirlo por morteros de cal tradicionales, retrasa y encarece la obra de forma significativa, pero a cambio, el edificio captará CO2 durante todo el tiempo que dure el completo fraguado de la cal en un proceso conocido como carbonatación.